sábado, 13 de octubre de 2012

CRÓNICA TRIATLÓN: HOME DE FERRO 2010

"CRÓNICA ESCRITA AL DÍA SIGUIENTE DE MI PARTICIPACIÓN EN EL HOME DE FERRO DE 2010"

Buenos días desde la isla de viento.
Lo primero gracias a todos por los ánimos. Semos grandes.
Intentaré hacer una crónica más o menos detallada de lo que pasé ayer, si puedo, aunque muchos detalles ya se me escapan y es que 9 horas y 24 minutos dan para mucho. He reído, he sufrido, he llorado. De todo. Un gozo doloroso pero una experiencia inolvidable.
¡¡¡¡¡ SOY DE FERROOOOOOOOOOOOO!!!!!.

Estoy encantado, nunca antes había participado en un triatlón sprint, ni en un olímpico, ni en un medio Ironman. En nada, vamos. Y afrontar así un Home de Ferro es difícil. Además mis problemas con el gemelo y soleo izquierdos que no me han permitido entrenar como quisiera la parte pedestre de la prueba, no me lo ponían nada fácil.
Pero bueno, ánimo, valor y al toro.
El día amanecía con fuete viento, rachas endemoniadas de más de 60 km., lluvia racheada (de esa que Forest Gump definía como "lueve de lado") y una mar (mecachis en la mar) que hacía presagiar lo peor. Debo ser sincero y decir que a mí el mar me da respeto, pero no miedo. He entrenado mucho en mar y he hecho travesías mucho más largas con peor mar. Estoy, se puede decir, acostumbrado e incluso me gusta porque parece que mi forma de nadar me dá algo de ventaja en esas condiciones.

Pero estábamos todos blancos y hubo muchos abandonos antes de comenzar la prueba.
No era para menos, con todo lo que teníamos por delante ver el día que ibamos a sufrir y las condiciones meteorológicas peor posible. El mar estaba bien para hacer surf, pero para nadar era como chocarse con las olas. Imaginad 4 km. así. 3 vueltas a un circuíto de 1350 metros (algo más de 4 km. en total) de forma triangular con dos boyas amarillas en cada arista del triángulo. Pie a tierra en cada vuelta pasando bajo un arco y otra vez al mar. Estaban preparadas dos vueltas de 2 km. pero la mala mar hizo que cambiaran el recorrido hasta en tres ocasiones.
Hicieron tres grupos, uno los élite, otro grupos de edad y el último los Open, así que salimos 10 minutos después de los élite y 5 tras los grupos de edad. Objetivo, ir cazando gorros amarillos de los Grupos de edad y si se podía algún élite, con sus gorrillos verdes. El agua helada y yo con el neopreno corto pasé algo de frío;  bajo un fuerte chaparrón, salida y al toro. Salgo a revientamotor y pronto nos quedamos solo dos Open en cabeza. En el primer largo hay dos bollas amarillas que no se ven, pero he tomado referencias de una islilla y para allá que vamos, yo en cabeza y el otro tocando cada dos por tres mis pies inmoviles. Al poco empezamos a pasar gorros amarillos y eso anima. Pillo un grupo nutrido pero van demasiado despacio para resguardarme allí, así que pasada lateral y el otro open conmigo, esta vez al lado con sonrisilla confidente de “me toca tirar amiguete”. Y como tiraba el tio, me costaba seguirlo y pataleaba como un fueraborda, con lo que tragaba más agua del esperado. Consigo ponerme a su altura y así enfilamos el segundo sector. Pero una ola fuerte me hace tragar mucha agua, arcada y parón. Cuando consigo recuperarme ya no veo a mi amiguete open ni las boyas de referencia así que a subir olas y a mirar (mi miopía no me ayuda mucho en esas condiciones) Veo una boya y pallá vamos, aquí pega mas mar y no es fácil coordinar los movimientos. Espero otra boya pero no llega, y al rato de mirar veo que me debo haber desviado mucho de la trayectoria porque hay gorros amarillos nadando por detrás y en perpendicular hacia donde yo voy. Así que a su caza, llego y les paso y ahora veo el arco de llegada y otra boya. Vamos para allá.
Voy pasando gente y llego bajo el arco.


Vuelta y otra vez al agua. Me canta un amigo que voy seguno de Open (eso ya lo sé, donde está el otro, grito) y me dicen que unos 100 metros por delante. Ahora mis referencias de la islilla, y otra vez a revientamotor, que he perdido mucho tiempo y aquí el mar está menos mal. Veo acercarse a mi amiguete así que contento. En el vértice veo que en la vuelta anterior debí pasar una boya sin darme cuenta mientras tenía el percance con el trago salado y por eso buscaba la segunda boya de esa arista. Debí hacer unos 100 o 150 metros de más en ese sector y eso me pasaría factura. Consigo pillar a mi amigo, pero he forzado mucho la máquina y consigo llevar su ritmo sólo una par de minutos. Luego decido ir al mío porque de lo contrario sería hipotecar las nueve horas que debían quedarme de carrera, y no era plan. Voy pasando gorros amarillos y animado por mis amigos doy la segunda vuelta de las tres que componían el circuito.

En la última antes de entrar en el agua veo a mi amiguete de penurias unos 100 metros por delante. Me alegro por él pero yo ahora no estoy para bromas y me dedico a reservar un poco, nado fluído (todo lo fluído que se puede con esas olas y ese mar de fondo que te hacía subir y bajar. Por cierto, en tramos te llegaba un olor a vómito impresionante, así que la gente iba aligerando peso constantemente. Vi una mancha amarillenta sospechosa y tuve que bordearla. Olor a café con leche agrio, mala señal. Había gente que nadaba en contrasentido y cuando te cruzabas con ellos te miraban con tristeza diciendo con los ojos (para mí ya es sufciente). Una caña. Consigo acabar segundo de open en el agua, en 1:10:21, tras mi amigo que hizo 1:05, y por delante de muchos gorros amarillos (la mayoría diría yo) y de alguno verde de los élite (conté cuatro o cinco y no veas como animaba adelantar a profesionales que habían salido 10 minutos antes que tú, imagino que serían élite femenino).
Transición y a luchar contra el viento, la lluvia torrencial, el asfalto mojado, las cuestas interminables, algunas del 15% en un circuíto muy duro en seco, en mojado… imposible. Me empiezan a pasar pronto gente de mi grupo y de otros, pero yo también paso a gente de los grupos de edad con unas bicisssssssss. Eso nos anima a mí y a mi flaca de 600 euros, así que fenomenal, vamos parriba. Había momentos en que era imposible dominar la bici y cuando daba de frente y subiendo era como chocar contra una pared.

 Muy dura la bici y dos caídas de lo más tontas. Una al saludar a un amiguete en el punto de giro de Ibiza, con el suelo mojado y un asfalto que no agarra, no se me ocurre otra cosa que saludar con la derecha y seguir frenando con la izquierda. Al suelo y raspón considerable en el costado izquierdo. Luego, subiendo, una racha y el suelo mojado me hacen perder la rueda delantera otra vez y caigo, esta vez casi de pie, pero tengo que bajar algo para conseguir calzarme en los automáticos porque ni subiendo ni parado podía. Me crucé varias veces con varios amiguetes y nos saludamos y dábamos ánimo pero las caras eran un poema. El palo vino cuando ví a dos de ellos en el arcén con sus máquinas y con caras de circunstancias, y más cuando  me dijeron que para ellos se había acabado. Un palo mayúsculo. Ánimo a los dos. Son de ferro también porque sé que hubieran acabado muy dignamente y sólo el salir al mar como estaba, y con el día que hacía, pensar en acabar una prueba de este tipo, ya les define como homes de Ferro.


Dejé la bici con todo el gusto del mundo, en ese momento la odiaba con todas mis fuerzas y deseaba correr. Total 4:36:33 para 120 km. durísimos, 16 de los open. Vamos bien.

 Y comencé a correr con las piernas como tablones y es que había forzado mucho, quizás demasiado. Pero poco a poco se iban regulando y me permitían marchar sobre 6, que era mi propósito. Pero sobre el km. 5 comienzan mis problemas crónicos con el gemelo, pinchazo y a bajar el ritmo. Hasta ese momento una media de 5:30, a partir de ahí bajando y cojeando. LLúvia torrencial, viento, luego sol, otra vez lluvia. Una odisea.

Eso si, saludando y saludado por muchos amigos de Ibiza y por mis chicas (mi mujer y mis dos niñas, que me hacían más llevadero todo).


Ese “papi, papi, papi” lo tengo metido ahora mismo y me hace subir los congojos. Sobre el km. 25 comienzan a rampárseme los gemelos y los tendones, sobre todo el izquierdo por el sobreesfuerzo compensatorio del gemelo al que le estaba sometiendo. Total más de 3 km. andando. En los últimos 2 km. conseguí volver a correr, no sé cómo, será la proximidad a meta, e hice el mejor parcial en el último km., con los congojos metidos y con alguna que otra lagrimilla. Llegada entre el clamor de los míos y a muy poca distancia de un compañero de entrenos, Linares, al que esperé en meta y con el que me fundí en un abrazo eterno. Besos a mi dona (de ferro ella sí que sí y a la que le debo haber podido entrenar para llegar a este momento, mientras que ella se hacía cargo de las niñas, de la casa, de todo…) y a mi hija mayor. Medalla y chaleco de Finisher y para casa que la mayor tenía el cumpleaños de un amiguito.


Total 9 horas y 24 minutos de sufrimiento por el día que hizo, pero de disfrute por el reto a que estaba sometiendo a todo mi cuerpo y, sobre todo, a mi mente. Cuando tu cuerpo dice que pares, es tu cabeza la que debe tomar el mando. Es increíble lo que se puede conseguir forzando más allá de los dolores y calambres. Hoy tengo todo el cuerpo molido pero he hecho realidad un sueño y eso no me lo quita nadie. Ahora a descansar y ya pensando en otros retos. Estoy seguro que con el tiempo acabaré yendo al IM de Lanzarote, pero cuando mis niñas sean algo mayores y podamos disfrutar todos del viaje. Por ahora a preparar el del año que viene y a bajar el tiempo si puedo entrenar mejor la carrera a pie y si sale un dia algo más apacible. Creo que prepararé un medio IRONMAN que hay en Palma de Mallorca en Mayo. Le he cogido el gusto a esto aunque hoy no pueda ni con las pestañas. Es genial el ambiente que hay, de apoyo, sobre todo entre la morralla. Los élite te pasan como si fueran de otro planeta. Son la estirpe de los elegidos, con sus patrocinadores y viviendo de esto. Pues que se jo… que nadando les pasé a algunos de ellos. Luego ya fue otro cantar. Estoy como en una nube. Ya sé cual es mi punto débil, la carrera y los gemelos que llevaré a un buen fisio. En bici, con mi flaca de 600 euros hice un buen papel. Era mi inicio en este mundo y he entrado por la puerta grande. Muchos decían que estaba loco, que lo estaba haciendo al revés. Que se empieza con triatlones sprint, luego olímpicos, luego medias distancias y luego el Home de Ferro. Pero yo soy diésel y sé que en lo único que puedo dar algo de guerra es en esta distancia.
Muchas gracias a todos por vuestros ánimos. Ahora a nadar que es lo que realmente disfruto, y no cogeré la bici y las zapatillas hasta dentro de dos o tres semanas.
Un abrazo.
Peazo tostón he soltao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario